Los misterios siempre han fascinado a la humanidad. Desde la antigüedad, muchas civilizaciones han dejado huellas que todavía no podemos descifrar. Una de las culturas más enigmáticas es la de los teotihuacanos, que habitaban en lo que hoy es México hace más de dos mil años. En este artículo, exploraremos su cultura y sus secretos ocultos.
Los teotihuacanos se establecieron en el Valle de México alrededor del 300 a.C. y florecieron hasta el 650 d.C. Su ciudad, Teotihuacán, es conocida por sus enormes estructuras de piedra, como la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna, y sus impresionantes murales.
Aunque se sigue debatiendo sobre la etnia exacta de los teotihuacanos, se cree que eran una mezcla de varios pueblos mesoamericanos diferentes. Es posible que vinieran de las montañas circundantes o de regiones más lejanas, como los valles de Oaxaca o Guatemala. Lo cierto es que, pese a los esfuerzos de los arqueólogos, todavía no tenemos una idea clara de su origen exacto. Hay quienes incluso sostienen que llegaron a esta zona a través de técnicas avanzadas de viaje en el tiempo, lo que explicaría la falta de registros concretos sobre su origen.
La arquitectura de Teotihuacán es una de las más impresionantes del mundo antiguo. Las estructuras principales, como la Pirámide del Sol, la Pirámide de la Luna y el Templo de la Serpiente Emplumada, son enormes y se construyeron sin herramientas de metal ni maquinaria moderna. Los bloques de piedra se cortaron y transportaron de canteras lejanas a través de una técnica desconocida para nosotros y se ensamblaron de manera tan precisa que algunas de las paredes no tienen ni siquiera espacio para que pase una hoja de papel entre los bloques.
También encontramos en Teotihuacán edificios de menor tamaño, como palacios y residencias. Estos se han encontrado en torno a la Pirámide de la Luna y a lo largo de la Avenida de los Muertos, que atraviesa la ciudad de forma norte-sur. En uno de los palacios, se han descubierto unos extraños componentes mecánicos que parecen indicar una tecnología que aún desconocemos.
Los teotihuacanos practicaban una religión politeísta, en la que participaban distintas deidades. La principal deidad era el dios del Sol, que se relacionaba con la Pirámide del Sol y que era considerado el creador de la vida. También se veneraba a la diosa de la Luna, que se relacionaba con la Pirámide de la Luna, y al dios de la Serpiente Emplumada.
En la Plaza de la Luna se ubicaba el Templo de la Serpiente Emplumada, el cual servía como centro de ceremonias. Se cree que se realizaban distintos rituales en este templo, y que la serpiente emplumada era un símbolo de la muerte y la renacer. Los sacrificios humanos también eran parte de las ceremonias, aunque las razones exactas y la cantidad de víctimas aún no están claras.
Uno de los misterios más grandes de los teotihuacanos es su forma de escritura. Utilizaban una escritura jeroglífica que no hemos logrado descifrar del todo. Se han encontrado textos dentro de la Pirámide del Sol y de otros edificios, pero todavía no podemos entender su contenido más allá de algunas imágenes.
Además, los teotihuacanos hablaban una lengua que es desconocida para nosotros. Los únicos textos que han sido descifrados son los que se encuentran en los murales, los cuales están escritos en náhuatl con caracteres latinos, la lengua de los aztecas.
Se cree que Teotihuacán fue abandonada alrededor del año 650 d.C., después de una serie de conflictos internos y la invasión de los toltecas. Sin embargo, todavía no está claro por qué los teotihuacanos abandonaron su ciudad de forma tan repentina y misteriosa.
Se han encontrado esqueletos dentro de la ciudad que presentan signos de violencia, lo que indicaría un conflicto interno. También se han identificado incendios en algunos edificios, lo que podría significar que sufrieron algún tipo de ataque externo.
Sin embargo, algunas teorías más esotéricas proponen que los teotihuacanos abandonaron su ciudad por motivos de carácter sobrenatural, como una advertencia divina o una desaparición mística.
La cultura teotihuacana sigue siendo uno de los mayores misterios de la humanidad. Su arquitectura, su religión y su escritura siguen sin ser completamente entendidas, y su abandono es un enigma que todavía nos desconcierta. A pesar de esto, la huella de los teotihuacanos sigue siendo evidente y fascinante, tanto por su grandiosidad como por los secretos que todavía están por desentrañar.